El huevo no es un villano como lo pintan

El consumo del huevo ha traído mitos y creencias erróneas que ha llevado a estigmatizarlo olvidando que entre sus propiedades ayuda a mantener una alimentación balanceada, variada y nutritiva, como lo señala la nutricionista y coordinadora del Instituto Latinoamericano del Huevo, Mónica Bamonde, en su artículo Mitos y Realidades sobre el Consumo del Huevo. 

Según la experta, los mitos creados alrededor de este alimento no son tan lejanos a como lo es la historia misma en sí, pues el primer dato apunta a que en 1970 “se determinó que el colesterol elevado en la sangre era un riesgo para la aparición de enfermedades cardiovasculares, por lo tanto, las recomendaciones alimentarias estaban dirigidas a evitar alimentos que contuvieran colesterol”, señaló Bamonde,  y, bajo esa premisa, el huevo entró en la “lista negra” de los alimentos que producían colesterol.

No obstante, añade Bamonde, en los últimos 20 años las investigaciones científicas han demostrado que el consumo diario del huevo no representa riesgo alguno para el hombre y mucho menos para el corazón por el aumento de las enfermedades cardiovasculares.

A estos beneficios, un estudio del Instituto Técnico de Masachussets, EE. UU., agrega que comer huevo ayuda a desarrollar las habilidades cognitivas, a afianzar la memoria, fortalece las conexiones nerviosas que permiten la transmisión de emociones, sentimientos, etc.; además contiene nutrientes que ayudan al desarrollo saludable del cerebro y fortalece el sistema inmune.

Pese a todo este valor nutricional, algunos consumidores siguen desestimando el consumo del huevo, por esta razón los expertos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, más conocida como FAO, han señalado que “los huevos son el alimento más nutritivo que existe con solo 71 kcal, contienen los 9 aminoácidos esenciales para el cuerpo humano e incluso sirve como base de medición de las proteínas de otros alimentos”.

Por esta razón, en CIPA queremos desmitificar el huevo y los “cuentos negativos” alrededor de un alimento sano y nutricional.

Los otros mitos por derribar

Además de ser una gran fuente de proteína, el huevo es un alimento que, por ser económico, está al alcance incluso de las personas que tienen menos ingresos. En la actualidad, una unidad está entre 300 y 400 pesos. A esto se suma que su alto contenido de proteína y vitaminas A, D y B12 lo convierten en un alimento muy recomendado por los especialistas.

Sin embargo, las falsas creencias siguen y una que ha tomado mucho auge, sobre todo en personas que deciden realizar alguna actividad física o deportiva, es que consumirlo en exceso produce obesidad. Es así como los asesores de gimnasios recomiendan a las personas consumir el huevo cocido, pero sin la yema “porque es lo que más calorías aporta”. Nada más alejado de la realidad.

Es común encontrarse con preguntas como ¿entonces cuántos huevos puedo comer si estoy a dieta?

En su portal Nutrillermo, el doctor Guillermo Rodríguez Navarrete enfatiza en que el huevo no engorda y tanto la clara como la yema contienen proteínas, grasas saludables y fáciles de digerir, y lo más importante, no tiene azúcar. Además, indica el experto, no genera obesidad, solo se debe tener en cuenta la forma de la preparación para no añadirle más calorías, por lo que la recomendación es comerlo cocido, pero todo y puede consumir los huevos que desee.

Más allá del lado nutricional, los “otros males” que le endilgan al “alimento cabecipelado”, han nacido del mito popular. Se escucha comúnmente en los supermercados que es mejor el de cáscara “rubia” o “roja” al de cáscara blanca, afirmación que desmienten los especialistas.

La experta de CIPA, Katherine Herrera Jaramillo, asevera que esta característica no tiene nada que ver porque esto solo depende de la espirpe de la gallina que los pone y esa condición no determina si son más nutritivos unos que otros.

Herrera explicó que los factores nutritivos son determinados por el manejo, la salud de la gallina y la alimentación del animal.   

En el portal dietadelhuevo.com se aborda el asunto y señalan que el color de la cáscara “se trata de un factor genético relacionado directamente con la raza de la gallina”, pero no determina el valor nutricional del alimento.

Ahora, ¿deben lavarse los huevos después de comprarlos?

Herrera Jaramillo, de CIPA, indica que no es necesario ya que la cáscara del huevo en sí misma contiene todos los factores de protección de la clara y la yema que se encuentran en su interior. Lavarlos, indica Herrera, solo lleva a que esas propiedades de protección se pierdan y en esa vía pueda contaminarse el huevo acortando su vida útil.

¿Deberían guardarse en la nevera para su conservación? En este punto, Herrera Jaramillo también es muy insistente en que no es necesario porque las mismas propiedades de conservación del huevo hace que este se mantenga fresco, lo que debe evitarse son los cambios bruscos de temperatura y garantizar las buenas prácticas de almacenamiento en cuanto a ventilación y humedad.

La conclusión de los expertos es que, por todas las propiedades, el huevo es un alimento nutritivo y muy saludable, además, puede ser un complemento proteínico o incluso sustituir alimentos como las carnes rojas de la dieta alimentaria. Su economía ha desencadenado que en el mundo se produzcan anualmente más de 70 millones de toneladas, y su valor nutricional a estar cada día en la mesa de los comensales.  

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