Beneficios de comer pollo durante toda tu vida

Llevar una buena alimentación es una de las decisiones que más le pueden aportar a tu salud, desde que naces hasta que eres mayor. Para ello, es importante que consideres tu consumo de proteína, es decir, qué clase de proteína consumes y en qué presentaciones. En este sentido, la carne de pollo tiene un rol fundamental en todas las etapas de tu crecimiento, beneficiando principalmente el tejido muscular.

A partir de los 7 meses…

Esta proteína aporta al crecimiento porque es el alimento directo para el tejido musculoesquelético y se puede introducir a partir de los 6 meses y medio o 7 meses de edad, donde ya existe una capacidad gástrica de fácil digestibilidad y esto favorece el aprovechamiento de los nutrientes, en especial el de las proteínas, convirtiendo al pollo en un gran aliado de la alimentación complementaria, gracias a sus bajos aportes de grasa.

El consumo de pollo también se presenta como una opción ideal en la etapa de infancia y adolescencia, debido al crecimiento y la demanda protéica que tienen los músculos y se metaboliza más fácilmente que otros tipos de carne, como la de res o de cerdo.

Comer pollo cuando eres adulto…

Cuando eres adulto (y conforme vas envejeciendo) tu cuerpo experimenta un proceso natural donde vas perdiendo tejido muscular que se conoce como sarcopenia. Esta pérdida de músculo, aunque es propia de tu cuerpo, puede controlarse si tienes un buen aporte protéico en tu alimentación. Una de las mayores bondades del pollo es su gran aporte de proteínas y su fácil digestión: por cada 100 g de pollo puedes obtener hasta 20-23 g de proteína. Además, los pollos que son idealmente bien criados, con menos hormonas y menos productos químicos van a entregarte toda la proteína que necesitas con bajos niveles de grasa.

¿Qué hace que el pollo sea tan buena opción?

Existen dos tipos de proteínas: de alto valor biológico, cuyo origen es animal y de bajo valor biológico, que necesitan estar acompañadas de aminoácidos para ser absorbidas como proteína (por ejemplo, los granos, que siempre deben acompañarse de un cereal para ser metabolizados).

La carne de res y de cerdo también cuentan con alto valor biológico pero dificultan más el metabolismo porque, por naturaleza, los animales que la contienen tienen más grasa, lastimando un poco el sistema metabólico y saturando a los riñones con más trabajo.

¿Cómo debe consumirse?

必利勁

Lo primero es retirar la piel de pollo, ya que es la parte que contiene más grasa del animal, y para ello es necesario que lo hagas de forma segura: cocínalo durante mínimo 15 minutos (dependiendo de la presa) y una temperatura alta y así garantizarás que mueran las bacterias patógenas que pueden afectar tu organismo. También es importante que lo consumas en el menor tiempo posible.

Seguramente el pollo ha estado presente durante toda tu vida y esta es una oportunidad para que lo integres de forma definitiva en tu alimentación y que llegue a tu plato para quedarse.

Fuente: Elizabeth Gallego Roldán, nutricionista Dietista de la Universidad de Antioquia.